miércoles, 12 de diciembre de 2007

Cuba y la falta de elegancia

En Cuba, uno de los lanzamientos estrella de 2007 en Essen, además del sempiterno dinero, hay:

* Tres tipos de recursos: piedra, madera y agua

* Tres tipos de productos: cítricos, caña de azúcar y tabaco

* Dos tipos de bienes: cajas de puros y botellas de ron

Además, los productos y los bienes son considerados, en conjunto, como mercancías. Esto es importante porque hay reglas que se aplican a las mercancías, es decir, a los productos y a los bienes, pero no a los recursos.

Estos nos da nueve elementos diferentes a manipular (dinero, piedra, madera, agua, cítricos, caña de azúcar, tabaco, cajas de puros y botellas de ron), que se dividen en cinco grupos diferentes (dinero, recursos, productos, bienes y mercancías) siendo uno de ellos (las mercancías) una agrupación de varios de los grupos anteriores…

Los cubos son los recursos (rojo: piedra, crudo: madera y azul: agua), los prismas octogonales son los productos (verde: tabaco, blanco: caña de azúcar y naranja: cítricos). La botella roja es el ron, y el cubo achatado marrón son las cajas de puros.

Y todo esto, por supuesto, para acabar convertido en la moneda universal de los eurogames: puntos de victoria.

Cuba es, además, un "frankenjuego" porque ensambla y reutiliza sin pudor mecanismos de, por lo menos, Puerto Rico, Caylus y Los Pilares de la Tierra.

Cuba es un claro ejemplo de juego "mueve cubos", un tipo de juegos que cada vez me aburren más, y que si además no tienen ni rastro de elegancia (una de las connotaciones de elegante es sencillez, y lo explicado anteriormente es justamente lo contrario) como sucede con éste, mi interés por ellos se reduce exponencialmente.

Si no fuera porque este año apareció Thebes, una pequeña joya que sabe conjugar a la perfección mecanismos de eurogame con una fuerte relación con la ambientación, manteniendo al mismo tiempo una sencillez (elegancia) encomiable, pensaría que quizá debería empezar a replantearme mi gusto por los juegos de estilo alemán, o al menos por los juegos de gestión de recursos dirigidos a jugadores serios, porque cada vez más me encuentro con que jugar a ciertos juegos me aburre en lugar de divertirme.

Y esto es más importante de lo que parece, porque cuando juego lo que busco normalmente es diversión, más que un desafío personal y un reto intelectual.

Actualización: El debate continúa también en La BSK.

8 comentarios:

  1. Discrepo totalmente.

    A mi me Cuba si me parece un juego elegante y sencillo, donde puedes plasmar una estrategia; mientras que Thebes me parece un aburrimiento y un juego sin tanto control.

    Y yo no veo que Cuba tenga cosas de los juegos que mencionas. Los roles se usan de forma diferente que en PR, los edificios sirven para otra cosa. Etc.

    Para mi Cuba es una de las sorpresas positivas del año. Y que conste que no he visto muchas.

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  2. Discrepo totalmente de tu discrepación (no sé si existe esta palabra, pero desde luego hay quien la ha usado antes) ;-)

    Todo depende de lo que se busque en un juego. Está claro que lo que tú buscas y lo que yo busco son cosas diferentes. Por eso a mí Cuba no me gusta, y sin embargo sí me gusta Thebes, mientras que a ti te sucede justamente lo contrario.

    Para mí, Cuba no es una sorpresa, sino una confirmación de que cierta tendencia dentro de los eurogames no es de mi gusto, como por ejemplo Notre Dame, que es otro mueve cubos sin alma.

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  3. Yo también discrepo ;)

    A mí cuba me sorprendió precisamente por que me esperaba un más de lo mismo y sin embargo me pareció novedoso en algunos aspectos como son las leyes del Senado y la forma de producir y activar edificios.

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  4. En el artículo no queda claro (entre otras cosas porque no se dice explícitamente en ningún momento) pero no me importa que un juego sea original o no para poder disfrutarlo. Cuando digo que Cuba reutiliza mecanismos, realmente no es una crítica, porque siempre he creído y defendido que la reutilización de mecanismos puede desembocar en ideas nuevas e interesantes.

    El aspecto principal que no me gusta de Cuba es su falta de elegancia, su innecesaria complicación (para mi gusto) para acabar siendo lo mismo que cualquier otro eurogame: un juego en el que gana el que más puntos de victoria consigue.

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  5. ¿Hay algún eurogame (o al menos la mayoría) que no gana quien más puntos de victoria consigue? Bueno si, hay algunos que es el que menos, pero por lo demás.

    Y opino igual que Zoroastro, últimamente coincidimos demasiado. Tengo que hacérmelo mirar.

    Yo del Cuba no me esperaba nada, ni siquiera sabía de que iba antes de ponerme a jugar, y tal vez por eso me sorprendió, y me gustó bastante. A mi si me parece elegante y creo que ligar todas esas mecánicas no es tan sencillo y en mi opinión funciona bastante bien; aunque si bien es cierto que veo ciertos desequilibrios en algunos edificios y no me gusta la forma de otorgar el marcador de jugador de inicio. Es uno de los que tengo en la lista de la compra futurible.

    Pero bueno, para gustos los colores.

    Por cierto Fran, ¿no eras tu quien decia que solo iba a hablar de los juegos si tenías una crítica positiva? (para alabar sus excelsitudes) Esta del Cuba creo que es negativa. El apocalipsis va a llegar.

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  6. En lo de no hablar mal de los juegos me has pillado, lo admito. ;-) Aunque no es la primera vez, también dejé de vuelta y media a Caylus hace un tiempo. Lo que no creo que nunca vaya a hacer (aunque no se puede decir de esta agua no beberé) es escribir una reseña completa de un juego que no me gusta.

    Lo que quiero decir con lo de los puntos de victoria es que hay juegos que consiguen lo mismo con muchísima más elegancia y sencillez, y sin perder en absoluto profundidad. El paradigma de esto sería, para mí, Puerto Rico. (Aunque admito que la última partida que jugué me empezó a aburrir...)

    No dudo que Cuba tenga las mecánicas hiladas, a pesar de posibles desequilibrios (a fin de cuentas el diseño de juegos aún no es una ciencia exacta... dejando aparte los juegos del Doctor :-) pero tiene, al igual que Caylus, pequeñas chapuzas para equilibrarlo que no me parecen nada elegantes. Por ejemplo, los poderes alternativos de algunos personajes, que en mi opinión están puestos para evitar puntos muertos en el juego y para evitar también que se puedan convertir en acciones inútiles según lo que hagan otros jugadores.

    Cada vez más estoy en una tierra de nadie: no me gustan los wargames, no me acostumbran a gustar los juegos largos, los eurogames de gestión de recursos me aburren... Creo que me tendré que refugiar en los fillers, en los juegos de trenes.

    ¡Quizá el Apocalipsis ya ha llegado!

    (Por cierto, que el otro día jugué a Caylus Carta Magna y me gustó bastante más que su hermano mayor, porque pese a ser otro remedo de Puerto Rico al menos me mantuvo el interés durante la partida.)

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  7. Un juego sin puntos, eurogame, con bastante psicología, rápido (90 minutos, a lo sumo): Maharajá

    (No hacer caso a quienes creen que es caótico: lo es solo para quienes no se dan el trabajo de auscultar la intención de los demás).

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  8. Fran lo tuyo será los juegos de dos y cortitos...(juasjuas);)

    Por cierto, a mi tampoco me convenció Cuba.

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