Ayudar Jugando 2006
Para que todo esté preparado el sábado por la mañana, alguien debe hacerlo el día anterior, así que para mí las jornadas empezaron el viernes por la tarde: acudí a ayudar a la gente de la asociación. Entre todos descargamos un montón de bultos de la furgoneta (material para la tienda benéfica y juegos para la ludoteca), acarreamos las mesas y las distribuimos por la sala. Entre todos los presentes (y éramos muchos) se consiguió montar todo lo necesario. Sobre todo, dejar claro que mi aportación al montaje fue modesta, porque cuando llegué gran parte estaba ya hecho y, además, los miembros de Ayudar Jugando trabajan con mucho ánimo.
Sábado
Cuando se abrieron las puertas y el público entró, algunos de los que no abalanzaron sobre la tienda solidaria (donde se venden libros, tebeos, juegos y demás material a precios de escándalo) vinieron a jugar a juegos de mesa.
Mientras tanto, en la mesa justo al lado de la nuestra, Jordi Roca dirigía una partida de Circus Maximus en una espectacular maqueta hecha por él.
En plena explicación de Sherezade. Creo que en este momento estaba explicando el funcionamiento de la subasta y por eso estoy señalando a un jugador. La camiseta cantona cumplía perfectamente su función: destacar a los organizadores y colaboradores para que el público supiera a quién dirigirse. Foto cortesía de Genís.
Jordi Cabau, antiguo peso pesado del rol en castellano como se puede comprobar en esta sección de su web, apareció buscando jugadores para probar un juego de cartas que tiene en desarrollo. A mí me hubiera encantado participar en la prueba de juego, pero no podía. Entre Jordi y yo buscamos unos cuantos jugadores y los dejé, muriéndome de envidia, probando el juego. Por supuesto invité a Jordi a venir al Queimada a hacer más pruebas de juego.
Pude escaparme un momento de mis obligaciones y probar con Sergio Jurado “Aker” y unos amigos suyos un curioso juego de cartas, Three-Dragon Ante, que se puede jugar de forma independiente o integrado en una partida del juego de rol Dungeons & Dragons.
Tras la partida de Three-Dragon Ante fui requerido por uno de los visitantes, que me pidió que hiciera una partida a sus dos hijas. Por supuesto elegí Los Colonos de Catán. Era la primera vez que jugaban a un juego de este estilo, y les gustó y se lo pasaron bien, aunque no conseguí hacerles entender que los turnos de los jugadores pasan uno-tras-otro no todos-a-la-vez. Aún así, qué mas da, se divirtieron y eso es lo importante.
El ambiente de las jornadas el sábado por la tarde. Hubo momentos de lleno absoluto, con todas las mesas ocupadas e, incluso, dos partidas a la vez en una misma mesa. A la izquierda de la imagen, en la parte central horizontal, se puede ver el impresionante montaje para Circus Maximus de Jordi Roca. En las mesas en primera línea se hacían las partidas de rol: a la derecha de todo se puede ver un trocito de Ricard Ibáñez, dirigiendo su tradicional partida anual de Aquelarre. Foto cortesía de Genís.
Domingo
El domingo es día de descanso, y se notó.
Oriol Roca atendiendo a la explicación de las reglas, momentos antes de empezar la carrera. Si el sábado su hermano, Jordi, nos deleitó con un Circus Maximus gigante, el domingo nos conformamos con un Ave Caesar no tan gigante pero también divertido. Foto cortesía de Ayudar Jugando.
Tras la partida de Ave Caesar aún no había gente suficiente para el torneo (¿he dicho que era domingo por la mañana?) así que Jordi Roca nos propuso jugar a un juego de fútbol: HysteriCoach. Es un juego muy curioso, en el que pueden llegar a jugar simultáneamente quince personas. Nosotros éramos seis. Los participantes se dividen en dos equipos de fútbol y dentro de éstos una persona toma el papel de entrenador y el resto de los jugadores. El objetivo del entrenador es conseguir que su equipo reproduzca la jugada que tiene en una carta, moviendo los jugadores sobre el tablero, pero no puede decir arriba, abajo, derecha o izquierda. Jordi Roca se reveló como un entrenador calmado pero firme y condujo nuestro equipo a la victoria, con un resultado de dos goles a nuestro favor frente a los cero goles del equipo contrario.
El torneo de Fuga de Colditz empezó con nueve jugadores, distribuidos en dos partidas. En una de las mesas ganó el oficial de seguridad, que dirigió el campo de prisioneros con mano firme: ningún prisionero se escapó. En la otra mesa los oficiales aliados fueron más espabilados y uno de ellos consiguió que dos de sus prisioneros se fugaran antes del límite de tiempo, ganando, por tanto, la partida.
Tras la comida se hizo la final. Con sólo cuatro jugadores y con el inicio de la subasta benéfica pisándonos los talones, se tuvo que tomar una decisión porque no había tiempo suficiente para hacer la partida a dos horas. Entre todos acordamos hacerla a una hora y media y un solo prisionero. Una especie de muerte súbita. El ganador de la partida y, por tanto, del torneo, fue Jordi Roca (parece omnipresente en estas jornadas ;-) que consiguió que uno de sus prisioneros se escapara incluso antes de cumplir la primera hora.
Después del torneo, y antes de que empezara la subasta, aún hubo un poco de tiempo para que los asistentes pudiesen jugar. Vi a un grupo de jugadores leyendo el reglamento de Sherezade, así que me ofrecí a explicarles las reglas, cosa que, después de haberlas explicado ya dos veces durante las jornadas, despaché sin mayores problemas en apenas un cuarto de hora.
Y llegó el momento de celebrar la subasta benéfica. Entre muchos otros lotes, se subastó el primer ejemplar de producción de Café Race, firmado por los cuatro implicados: Bascu, como autor de las ilustraciones y el diseño gráfico; Pol Cors, como editor; Antonio Catalán, como productor del juego y yo mismo, como creador y diseñador del juego. La puja la ganó Alfredo “Blackbear”, un buen amigo del Queimada, que no dudó en enfrentarse a Monty, el mismísimo presidente de la asociación Ayudar Jugando, que también lo quería para hacerle compañía a la versión autoproducida que vendí el año pasado en las Ayudar Jugando.
Otro de los lotes en los que estaba implicado era un Fuga de Colditz, firmado, de nuevo, por Antonio Catalán, como productor; Bascu, como autor de algunas de las ilustraciones; Xavi Garriga, como editor y, yo mismo, como autor de la traducción y adaptación del reglamento. En este caso la puja la ganó el ínclito Ricard Ibáñez. Debo decir que fue todo un honor para mí.
Después de la subasta, una amiga pasó a saludarme y tuvo a bien dejarse ganar en una partida al Mini Mastermind que acababa de comprar en la tienda solidaria.
Y el momento de cerrar las jornadas no tardó mucho en llegar.
ConclusiónLa primera vez que fui a unas Ayudar Jugando lo hice respondiendo a la petición de Pablo "Fenris" Giménez de arbitrar una partida de algún juego de rol, concretamente a las que se celebraron en 2003 en
Desde aquella vez he asistido a todas las ediciones, no me he perdido ni una.
Las Ayudar Jugando parten de una idea sorprendentemente sencilla: recaudar dinero jugando para que los niños puedan tener juguetes con los que jugar. Si hubiera una ley de la termodinámica que se aplicara a las jornadas, las Ayudar Jugando la incumpliría porque en ellas todos ganan: los organizadores y colaboradores, la satisfacción de participar en la obra benéfica; los jugadores y aficionados, un lugar donde reunirse, conocerse y jugar; y los niños, juguetes.
El año que viene, allí estaré.
Gracias por la parte que me toca.
ResponderEliminarGracias por estar ahi y deleitarnos con tu presencia en la partida de Sherezade.
Gracias por 'reclutarme' para la partida playtesting del juego de cartas de Jordi Cabau. Uno era el propio Jordi, luego estaba el Fiber, servidor... y los otros dos ¿te acuerdas quien eran?
por mi parte tambien he escrito 'mi' cronica de 'mis' jornadas.
A por el siguiente año. A por las Ayudar Jugando 2007!!!
Ostias si salgo en tus crónicas.
ResponderEliminarGracias
Por cierto al final me lleve 12 libros y 3 comics,
Aparte de esto me fui enseguida pero bien contento!!!
Hasta otra, a ver si con más tiempo
Francesc,
ResponderEliminarGracias a ti, me alegré un montón de que pudieras venir, al fin, a unas Ayudar Jugando y poder jugar algo contigo. Creo que, pese a los años que hace que nos conocemos, es la primera vez que jugamos a algo juntos.
Lastrak,
Con la cara de sueño que tenías no me extraña que te fueras rápido y contento. Siempre es un gustazo verte y charlar contigo.