martes, 28 de julio de 2009

Impresiones lúdicas (y 3)

Otra nueva entrega de estos pequeños comentarios sobre lo último que jugado. En esta sesión se trató de juegos que ya había jugado anteriormente e incluso de algunos que ya he comentado con más extensión en esta bitácora.

Elasund (2005)

Elasund es uno de los grandes juegos de Klaus Teuber. Ya lo reseñé extensamente hace tiempo.

No lo juego tan a menudo como me gustaría, pero he disfrutado muchísimo todas las partidas en las que he participado.

Una de sus principales buenas características es que está muy bien escalado: se juega perfectamente con cualquier cantidad de jugadores desde dos hasta cuatro. Algo bastante inusual, porque muchísimos eurogames no acostumbran a funcionar bien del todo con sólo dos jugadores.

Supongo que el formar parte de la familia de Catán y compartir muchas mecánicas con el juego original (principalmente, tiradas de dados) son el motivo de que este excelente juego haya sido pasado por alto por muchos jugadores a los que seguramente les gustaría si lo probasen.

Suleika (2007)

También conocido como Marrakech, en su edición francesa original.

En un principio éste iba a ser uno de tantos juegos que salen al mercado, que me entero de su existencia y que, como muchos otros, ignoro casi por completo porque el presupuesto y el espacio no dan para todo y hay que seleccionar. Sin embargo, la hermana de mi novia me lo regaló en la navidad de 2008 y gracias a ello ahora es un miembro destacado de mi colección.

Suleika es una preciosidad. Es de esos juegos cuyos componentes llaman la atención incluso de los que no son aficionados, porque ver a alguien que superpone pequeñas alfombras de tela sobre un tablero no es algo que pase todos los días. Las monedas de madera, el gran peón que mueven todos los jugadores, el grandísimo dado son elementos que también contribuyen a ello.

Es un juego muy sencillo, que se explica en cinco minutos y se juega en apenas media hora. Tiene mucho azar, que no es fácil de controlar pero sí de predecir (calcular las probabilidades de la tirada de un dado de seis caras no es especialmente difícil). En definitiva, un juego que no aporta nada nuevo, pero que es tan bonito y agradable de jugar que no está de más tenerlo en la colección.

Como único pero, que por ahorrarse tres míseras alfombras el color verde (hay 15 alfombras de todos los colores, excepto del verde que sólo hay 12) no se pueda utilizar en las partidas de tres jugadores me parece muy, muy mal.

RattleSnake (2007)

De este juego también había hablado anteriormente.

Me encantan los imanes. De pequeño podía pasar horas jugando con ellos, pero no se me debió quedar nada de la experiencia porque este juego se me da fatal. Siempre pierdo, y además miserablemente: muchas veces acabo la partida con los mismos imanes con los que empecé, en ocasiones incluso con más...

Pero es tan sencillo, tan corto y me lo paso tan bien jugando que nunca digo que no a una partida. Ver cómo los imanes que ya están sobre el tablero van moviéndose mientras se acerca el imán que hay que colocar es algo fascinante.

Un juego diferente, que ha sabido utilizar los imanes de forma realmente nueva. Muy recomendable, y además creo que no es especialmente caro.

2 comentarios:

  1. El Marrakech lo tengo en la colección y estoy de acuerdo contigo... Lo de tener menos alfombras de un color no es un problema para mi (y la edicion de gigamic que tengo de ver nada: blanco, gris, marron, naranja).

    El Rattle Snake es muy curioso y divertido.

    Solo discrepo en el Elasund: la primera partida me pareció bueno... pero la segunda y tercera... ufff... que coñazo de juego.

    ResponderEliminar
  2. Jejeje, ya me había comentado Bascu que no te gustaba. A mí me encanta.

    Bueno, ya sé qué juego nunca proponerte jugar.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails