domingo, 20 de septiembre de 2009

Marco Polo hecho en casa

De pequeño me pasé muchas tardes de sábado y domingo jugando a En busca del Imperio Cobra y a La Maldición del Templo Cristal. Y pasé también muchísimas horas mirando catálogos y soñando en tener el resto de juegos de tablero que en aquellos tiempos editaba Cefa.

Sin embargo de este juego, Marco Polo, nunca tuve constancia. Recuerdo que la primera vez que alguien me habló de él fue en el Queimada, cuando la esposa del propietario me explicó que era uno de sus juegos favoritos.

Más tarde, gracias a los esfuerzos y colaboración de algunos usuarios de La BSK los archivos necesarios para fabricar el juego en casa estuvieron disponibles.

A continuación, unas fotos del resultado final:


jueves, 10 de septiembre de 2009

Jornadas Homínidos 2009

Como muchos otros compañeros de afición y de bitácora a partir de mañana y hasta el domingo estaré en Granollers, en las Jornadas Homínidos 2009.

Se trata de unas jornadas de juegos de mesa que se celebrarán en el Hotel Granollers organizadas por Homo Ludicus.

Voy a tener la oportunidad de jugar mucho, de aprender nuevos juegos, de conocer a muchísima gente que sólo conozco de intercambiar mensajes en La BSK y, lo mejor, de poder ir a descansar un rato cuando esté cansado de tanto ocio simplemente subiendo un par de pisos en el ascensor.

Pasarse el día jugando en buena compañía es una gran cosa, y si además se hace con estilo y comodidad es algo aún mejor.

El hotel tiene Internet por Wifi, y me llevo el ultraportátil, así que si encuentro un momento entre tanta partida intentaré comentar algo en vivo.

¡Nos vemos mañana en Granollers!

martes, 8 de septiembre de 2009

Impresiones lúdicas (y 4)

Las vacaciones de verano las he pasado en Alemania, donde he jugado (y comprado) muchos juegos. De hecho, he jugado a tantos juegos nuevos que voy a hacer los comentarios sobre ellos en varias entradas, porque serían demasiados para una sola. Y supongo que después de esta entrega y de la siguiente aún vendrán más, porque este fin de semana largo (el día 11 es festivo en Cataluña) me voy a Homínidos donde espero jugar a muchos juegos nuevos más.

Fluch der Mumie (2008)

Extracto (de memoria) de una conversación real entre mi novia y yo, hablando de este juego:

YO: Si este juego hubiera salido cuando era pequeño, estoy seguro de que estaría flipando con él.

MI NOVIA: Pero... ¡ya estás flipando con él ahora!

Y ciertamente, tiene razón. Como ya he dicho en alguna ocasión anterior, hablando de Rattle Snake, los imanes me fascinan y, por propiedad transitiva, los juegos con imanes también.

Fluch der Mumie (La maldición de la momia) funciona muy bien y es muy tenso. Utiliza un sistema de dados muy curioso que regula a la vez el movimiento de los aventureros y de la momia (un jugador hace de momia que intenta cazar a los aventureros), y que permite que la momia juegue incluso fuera de su turno, entre los turnos de los otros jugadores.

Según explican en Jugam@s Todos el juego tiene edición internacional, incluyendo el castellano entre sus idiomas, aunque parece que es imposible de encontrar. Una pena, porque es un juego que puede encontrar hueco en casi cualquier ludoteca.

Keltis: Das Kartenspiel (2009)

De Lost Cities, un juego de cartas para dos jugadores, salió Keltis, un juego de tablero para dos a cuatro jugadores que, además, ganó el Spiel des Jahres 2008. Y ahora, del juego de tablero sale un juego de cartas para dos a cuatro jugadores. Semejante pirueta "aprovechativa" de un juego sólo podía ser fruto de Reiner Knizia, que desde hace unos años parece que ha sustituido por completo originalidad por eficacia y rentabilidad.

Sin embargo, por los pocos euros que vale el juego de cartas de Keltis (comprado directamente en Alemania me ha costado 6€) es un juego que merece la pena y que, incluso, me gusta más que su hermano mayor de tablero, porque es muy más directo: sólo se juegan cartas, no hay que jugar cartas, mover pieza, coger ficha, contar puntos...

Se parece mucho al juego de tablero pero, por ejemplo, la forma de conseguir las piedras de deseo es diferente.

Viene presentado en una caja pequeña, igual a las que ha utilizado desde siempre Amigo Spiele para sus juegos de cartas, así que ocupa muy poco espacio y es muy portátil.

Zack & Pack (2008)

Antes de nada, un aviso para los que odian comprar cajas llenas de aire. No lo he comprobado, pero creo que los componentes de juego cabrían perfectamente en una caja del tamaño utilizado en las expansiones de Carcassonne. Sin embargo, viene en una caja cuadrada de tamaño Los Colonos de Catán... La razones de mercado, son eso, razones de mercado (lo sé, acabo de decir una absoluta perogrullada).

En el juego los jugadores tienen que elegir el camión más adecuado para cargar todas sus piezas (fichas de madera, desde cubos hasta barras), y esta elección se hace en tiempo real y simultáneamente. O sea, que hay que saber estimar a simple vista el volumen de la carga que tenemos y escoger el camión más adecuado porque si sobra carga, hay que pagar, y si sobra espacio en el camión, también hay que pagar.

Por el tamaño de la caja, por el precio y por la duración de la partida no es un filler, pero es un juego divertido y tonto (en el buen sentido de la palabra, ya me entendéis) que acostumbra a gustar cuando se saca a la mesa. El problema, habitual en el tipo de juego que se trata, es que es posible que a algunos jugadores se les dé mucho mejor que a los demás, y viceversa.

Ticket to Ride: El juego de cartas (2008)

Lo bueno de fiarse del gusto y las recomendaciones de los amigos es que normalmente se coincide en gustos con ellos. Lo malo es acabar comprando este mal remedo de Mamma Mia!

Toda la tensión de las versiones de tablero se pierde. La posibilidad de perder una ruta porque otro jugador la haga antes no existe en el juego de cartas, y se sustituye por la posibilidad de perder algunas cartas si otro jugador juega más del mismo color. El elemento de memoria introducido es necesario para que el juego funcione y recupere el interés que se ha perdido al no haber conflicto por la rutas, pero lo hace muy frustrante y exige una concentración durante la partida que elimina la posibilidad de cualquier tipo de "metadiversión" relacionada con el juego. Es decir, los jugadores tienen la cabeza tan ocupada memorizando lo que han jugado (o creen haber jugado) que la charla intrascendente, los chistes malos y demás comentarios habituales durante una partida se pierden por completo.

Los dibujos de los trenes de las cartas son bonitos, pero es lo único que tiene este juego relacionado con el tema de los trenes. El juego de tablero podría tener otro tema, pero el que tiene parece y se siente natural. Mientras que en este caso, en el juego de cartas, el tema es lo de menos y podría ser cualquier otro porque no hay la sensación de estar conectando ciudades.

Algunos juegos son divertidos. Otros plantean un reto. Algunos juegos (los mejores, normalmente) son las dos cosas a la vez: divertidos y desafiantes. Sin embargo el juego de cartas de Ticket to Ride no es divertido (la cabeza está muy ocupada memorizando), no es desafiante (hay poco control y es muy fácil equivocar la cuenta), y eso provoca que, al menos en mi caso, jugarlo me resulte una experiencia desagradable. Y lo tengo muy claro: juego para divertirme, si un juego no sólo no me divierte sino que además me lo hace pasar mal, entonces no es un juego para mí.

Por cierto, el juego aún lo tengo. Se salva de la quema porque a mi novia sí le gusta.

martes, 1 de septiembre de 2009

...aber bitte mit Sahne - Traducción

El destino ha querido que tenga este juego y que haya hecho esta traducción.

Como es lógico, normalmente, sólo compro los juegos que me han llamado la atención o que me han interesado. Éste no es el caso de este juego. Lo había visto, había leído de qué iba y no me había interesado especialmente, así que había pasado al olvido relativo.

Este verano he pasado las vacaciones en Alemania y fui unos días a Hamburgo, en tren. Para ello tuve que coger el tren de cercanías hasta Dortmund, y allí esperar más o menos una hora hasta coger el intercity hasta Hamburgo. Curioseando en un kiosko encontré revistas sobre juegos de mesa (en alemán, por supuesto). Compré varias, entre ellas el número de abril de 2009 de Spielbox, que incluía la expansión para ...aber bitte mit Sahne. Me pareció curioso, pero ahí quedó la cosa.

La cuestión es que cuando estaba en Hamburgo no tenía ninguna intención de mirar ni de comprar más juegos, porque ya había comprado juegos de sobra.

Y ahora un inciso: en Alemania casi todas las librerías grandes (y bastantes de las pequeñas, también) tienen una pequeña sección con una selección de juegos. El criterio que siguen para hacer esta selección nunca me ha quedado muy claro, porque te puedes encontrar con lo más típico (Los Colonos de Catán y el ganador del Spiel des Jahres de turno) o con los juegos más marcianos del catálogo de Adlung Spiele.

Así que ahí estaba yo, en la librería del Europa Passage de Hamburgo. Los libros en alemán... como que aún no me interesan mucho (mi conocimiento del idioma alemán es anecdótico), pero los juegos sí. Fui a buscar la sección de juegos, y tenían un ejemplar de ...aber bitte mit Sahne y bien de precio, y el resto, como se dice, es historia.

Es un sencillo juego de mayorías, que hace uso de la mecánica ya vista en San Marco de que un jugador reparte y los demás eligen. Aunque en este caso se trata, literalmente, de repartir una tarta (aunque de fichas de cartón).

El nombre del juego, traducido del alemán, significa literalmente "...pero, por favor, con nata". Es el título de una conocida canción de 1976 de Udo Jürgens, un cantante austriaco popular en Alemania.

Y a continuación, después de toda esta explicación, os dejo la traducción al español de ...aber bitte mit Sahne, que incluye también la traducción de las reglas de la expansión de Spielbox. Si lo he hecho bien ha de tener el mismo tamaño que las reglas originales, de forma que se pueden recortar para que entren sin problemas en la caja.

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