Hay aspectos prácticos de los juegos de mesa que acostumbran a ser ignorados por los editores que, sin embargo, a los jugadores habituales nos afectan. Estoy olvidando a propósito cuestiones económicas y comerciales, y hablando sólo desde el punto de vista del jugador que quiere, egoístamente, el producto que mejor responda a sus necesidades.
Entre todos ellos, hay tres que creo que son los principales:
1. Tamaño de las cartas
Las cartas son de los elementos de un juego que más sufren. Se barajan una y otra vez, se ponen sobre la mesa y se recogen. Reciben el sudor de las manos que las sostienen, pueden acabar con manchas de aceite si se come mientras se juega. Los jugadores poco cuidadosos acostumbran a doblarlas...
La solución a esto es sencilla y barata: fundas de plástico.
Sin embargo, parece existir algún tipo de conjura, porque la excepción es encontrar juegos con las cartas del tamaño adecuado para ser enfundadas. O son muy grandes, y no caben; o son muy pequeñas, y bailan dentro de las fundas.
¿Tanto cuesta usar el tamaño estándar?
Por supuesto, hay casos en los que ese tamaño no se puede usar porque no resultaría práctico: si las cartas de investigador en Arkham Horror fueran de tamaño funda haría falta un estadio para desplegar el juego.
2. Tamaño de la caja
Queremos comprar un juego, no una caja conteniendo aire.
Comprendo la estandarización de tamaños, que una caja más grande permite un precio mayor, que luce más en la estantería de la tienda... pero cuando un juego podría caber en una caja cuatro veces más pequeña...
Un ejemplo: en la caja de Ave Caesar he llegado a hacer caber:
- el propio Ave Caesar
- Pandemic
- That's Life
- Sushizock im Gockelwok
- Volle Wolle
3. Ayudas de juego y resúmenes de reglasLa
BSK y el
BGG están llenos de ayudas de juego y de resúmenes de reglas. En muchos juegos son un elemento imprescindible, sin el cual se hace incómodo explicar y jugar el juego, porque hay que estar continuamente remitiéndose a un reglamento que está pensado para enseñar a jugar, no para servir de consulta durante la partida.
Como en el punto 1, lo normal es que no se incluyan estos elementos y en los casos excepcionales en que sí se ha hecho su utilidad acostumbra a ser limitada.
Y más...¿Se os ocurre alguna más?
Actualización: Añado algunas de las sugerencias fruto de los comentarios.
4. Bolsas de autocierrePocas cosas son más comunes y baratas que una bolsa con autocierre, y sin embargo acostumbran a ser difíciles de encontrar. En los supermercados se pueden encontrar bolsas para congelar alimentos, pero acostumbran a ser demasiado grandes y muchas tienen motivos dibujados... y no queda muy serio guardar las fichas de daño en una bolsa con tomates dibujados.
Para guardar los componentes de un juego, evitar que se pierdan y se muevan durante el transporte son la solución idónea. Pero pocos, poquísimos juegos las incluyen.
5. Cubetas útilesLa cubeta es la parte de la caja, ya sea de plástico o cartón, destinada a contener los componentes del juego una vez destroquelados. Algunas son minimalistas, otras tienen un compartimento para cada componente, otras son genéricas y no hay manera de entender dónde va cada cosa. Algunas son útiles sólo si el juego no se va a transportar o se va a almacenar horizontalmente (como la de Elasund, que a la que se pone la caja de lado se sale todo de sitio).
Además, poquísimas veces se ha pensado en dejar el espacio suficiente para guardar las cartas enfundadas (de hecho, ahora mismo no se me ocurre ningún ejemplo).
Creo que entre una cubeta inútil y una caja sin cubeta pero que incluya de serie las bolsas con autocierre para guardar los componentes, todos nos decantaríamos por la segunda opción.